Un elemento importante a tener en cuenta a la hora de elaborar el presupuesto para los cerramientos de aluminio es el deseo del cliente de contar en esos cerramientos de un elemento decorativo conocido como barrotillo inglés. Hablamos de un elemento decorativo que forma una retícula en las ventanas y puertas a imitación de muchos ventanales propios de la arquitectura georgiana, un estilo arquitectónico típico de las islas británicas durante el comienzo del siglo XIX.

En sus orígenes, no era fácil encontrar artesanos que pudieran fabricar cristales de tamaño suficiente para cubrir los grandes ventanales, de modo que se colocaban en las ventanas finos listones de madera que servían para sujetar en cada espacio un pequeño vidrio de forma que daba la apariencia de una gran cristalera que estaba formada, realmente, por pequeños cuarterones.

En la actualidad, no existe ninguna dificultad en la fabricación de grandes cristaleras, pero aprovechando la instalación de sistemas de doble acristalamiento, es fácil colocar en la cámara interior una serie de barrotillos formando una trama que puede incluir diferentes formas incluyendo pequeños arcos que suelen colocarse en los tramos superiores.

Al estar colocados en el interior de las cámaras, no entorpecen en ningún caso la limpieza de los cristales y se puede proceder como si se tratara, como así es, de un único vidrio. Lo cierto es que la colocación de barrotillo puede subir ligeramente el presupuesto de los cerramientos de aluminio, pero los resultados estéticos compensan sobradamente el sobrecoste.

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